Socio Fundador y Director de Crack Team 1000 y de RoMorales, S.C
Imagina tener la empresa perfecta, con Víctor en Finanzas, Miguel en Impuestos, Mario en Sistemas; además, cada uno de ellos trabaja en una diferente empresa o es Fundador de una y cada uno de ellos es el mejor que conozco en esa posición”.
Crack Team 1000 surge del sueño de crear una empresa en donde se pueda maximizar las habilidades y mitigar las debilidades de cada uno de los integrantes.
¿Por qué no apoyarnos, ayudarnos, complementarnos, ganar-ganar y crecer juntos? ¿Por qué no trabajar en equipo, estando convencidos de que nadie llega a la meta sin características particulares de ese partido? ¿Por qué no ganar todos siempre? ¿POR QUÉ NO SER CRACK TEAM 1000?.
Mi Historia
Desde muy joven tenía el interés de estudiar una carrera de renombre, gracias a un curso de Orientación Vocacional pude elegir una carrera acorde a mis interés y poder desarrollar al máximo mis capacidades.
Mi padre que fue mi ejemplo, también es contador de la Escuela Bancaria Comercial, EBC por sus siglas; su nombre está grabado en él muro de honor del Campus de Reforma y aunque el siempre me impulsó a tomar mis propias decisiones y desarrollar mis habilidades aunque no fueran las mismas que el, mis aptitudes y destrezas se potenciaban en el Campo de la Contaduría Pública.
¡Después de veinte años de haber terminado la carrera sigo en la EBC! Lo digo yo ahora; pero lo dijo en su momento el maestro Don Vicente Romero Said, a quien me gusta citar: “¡Salí hace veinte años… y todavía no me puedo ir!”. En mi caso ahora, 27 años de haber concluido la carrera.
Actualmente, en EBC, cuento con la Maestría en Administración y la Especialidad en Alta Dirección, Especialidad en Impuestos, Diplomado de Liderazgo Transformador Basado en Valores e imparto clases en la EBC desde 2004. He sido docente y coordinador.
Desde el inicio de la carrera comprendí la importancia de la actitud, sin actitud, no hay conocimiento que valga; cuando hablo de actitud me refiero al entusiasmo, a la humildad, a la sencillez, al compromiso, a la responsabilidad y al respeto. El líder sólo puede exigir a partir del ejemplo. Y para dar ejemplo, la actitud es fundamental.
Empecé a trabajar en marzo de 1991 mientras cursaba el cuarto semestre de la carrera; entré al despacho de una contadora, quien me brindó su confianza y me permitió incluso invitar a compañeros de la carrera a trabajar conmigo. Un año después entré a trabajar a PricewaterhouseCoopers (PwC).
PwC es toda una escuela, una forma de vida dónde florece la sana competencia, aquella donde el deseo de éxito no riñe con la lealtad. Fue ahí donde aprendí el valor de un auditor. ¡El auditor es tu proveedor, no tu verdugo, no tu destructor!.
En 2007 tomé la decisión de salir de PwC para aceptar una dirección de finanzas en Singer. Fue un reto ya que hasta ese momento mi trabajo como auditor se limitaba al pasado; en Singer en cambio, trabajé con el futuro, es decir, tuve la oportunidad de hacer que las cosas sucedieran. Recuerdo las palabras de un colega: “Tú no compras, tú no vendes, tú no fabricas, tú no entregas; pero eres responsable de las compras, de las ventas, de la producción y de la entrega”.
Dos años después, dejé Singer y me uní a Marchand, empresa nacional líder en papelería escolar. Y hace diez años regresé a mis orígenes: la consultoría independiente.
Pretendo ser cada día un mejor ser humano, alguien que no sólo compite en el exterior sino consigo mismo: ser mejor que ayer, crecer, cubrir necesidades propias y también las de los clientes. Sin duda, ¡El dinero no es la meta! La meta es la felicidad. Y la felicidad brota cuando la gente que amas está contigo.
El amor es mi punto de partida y mi punto de llegada.
Ama, y haz lo que quieras –dice san Agustín. Pero escribamos la propuesta del obispo de Hipona con una coma después de la palabra “Ama”, porque con ese pequeño signo de puntuación la oración cobra sentido: Si amas, lo que hagas estará regido por tu amor; así que serás libre de hacer cualquier cosa.